TARTA MÁGICA, TARTA INTELIGENTE, ¡QUÉ MÁS DA!
Hoy inauguramos el mes de abril en el blog y dejamos atrás la Semana Santa, un poco pasada por agua, con una tarta muy sencilla y rica.
Unos la llaman tarta mágica, otros tarta inteligente, pero ¡qué más da! El caso es que está muy buena y eso es lo importante. Me encontré por casualidad esta receta mirando el blog de Mabel "Decoración de Mabel" y quise intentar hacerla porque me parecía bastante gracioso que aunque uniéramos todos los ingredientes luego, al hornearse salieran en tres capas diferentes. Supongo que algo de química tiene que haber de por medio y cuando me entere prometo explicároslo pero, por ahora, os diré la receta y probad vosotros mismos.
Unos la llaman tarta mágica, otros tarta inteligente, pero ¡qué más da! El caso es que está muy buena y eso es lo importante. Me encontré por casualidad esta receta mirando el blog de Mabel "Decoración de Mabel" y quise intentar hacerla porque me parecía bastante gracioso que aunque uniéramos todos los ingredientes luego, al hornearse salieran en tres capas diferentes. Supongo que algo de química tiene que haber de por medio y cuando me entere prometo explicároslo pero, por ahora, os diré la receta y probad vosotros mismos.
Resulta que esta tarta es de origen rumano y se llama "prajitura desteapta". Se puede hacer con cacao, como la que yo hice o sin él, simplemente sustituyendo la cantidad que os pongo en la receta de cacao por harina.
Para mi gusto resulta poco dulce, pero es suave como un pudding o flan y la capa de bizcochito es muy esponjosa. La tercera capa es más compacta. Juntas las tres queda una tarta bastante casera y natural.
PRAJITURA DESTEAPTA
Ingredientes:
4 huevos (separadas las yemas de las claras)
1 cda. agua
150 gr. azúcar
125 g. mantequilla
65 gr. harina de repostería
50 gr. cacao amargo en polvo
500 ml. leche tibia
1/ cdta. esencia de vainilla
Una pizca de sal
Un chorrito de vinagre
Preparación:
Os tengo que contar que, seguramente podáis apreciar poco en mis fotos las tres capas que salen. Es que al desmoldar el pastel, la parte superior donde está el bizcocho se me pegó y desapareció. Si podéis hacerlos en un molde desmontable mucho mejor. Son cosas que pueden pasar cuando haces por primera vez algo y no te avisan. Por eso, me gusta daros consejillos de vez en cuando.
Además lo tuve que cubrir con un poco de azúcar glas para que quedara mejor.
A pesar de todo, estaba buena, o por lo menos eso dijeron mis amigos invitados de Finlandia que pasaron la tarde con nosotros. El año que viene cuando nos encontremos de nuevo, les haré otra cosita más de nuestra tierra. Besitos desde aquí para ellos. Y vosotros, a haced esta tarta que espero vuestros comentarios.
50 gr. cacao amargo en polvo
500 ml. leche tibia
1/ cdta. esencia de vainilla
Una pizca de sal
Un chorrito de vinagre
Preparación:
- Precalentamos el horno a 160ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
- Engrasamos un molde de unos 20 cm. con mantequilla y cacao en polvo (harina si lo hacemos sin chocolate).
- Batimos muy bien las yemas y el azúcar, y a continuación, añadimos la vainilla.
- Derretimos la mantequilla y dejamos enfriar.
- Agregamos la mantequilla a las yemas y seguimos batiendo.
- Tamizamos el cacao con la harina y la sal y se lo agregamos al batido, batiendo hasta incorporar totalmente pero sólo hasta integrar todo, no pasarse.
- Incorporamos la leche tibia, ya que si no está tibia la mantequilla se endurece y no deja que el batido salga limpio.
- Batir las claras a punto de nieve. El batidor tiene que estar bien seco y limpio, al igual que el bol o no nos subirán. Agregamos a las claras el vinagre, que es un estabilizador, nos ayuda a que no se bajen. También podemos utilizar zumo de limón o cremor tártaro.
- Añadimos 2 cucharadas de claras montadas al batido y removemos bien para igualar texturas. Ahora vamos incorporando el batido a las claras poco a poco con movimientos envolventes. ATENCIÓN: Esta vez es el batido a las claras no las claras al batido.
- Echamos la mezcla en el molde preparado y horneamos a 160ºC durante una hora.
- Es normal que esta tarta se baje pero, para que se baje menos, cuando pase la hora, apagamos el horno y dejamos el pastel dentro, sin abrir la puerta para que no se enfríe de golpe. Con eso conseguimos que la estructura de la masa se enfríe poco a poco y conserve la forma.
- Dejar enfriar muy bien antes de cortar.
Os tengo que contar que, seguramente podáis apreciar poco en mis fotos las tres capas que salen. Es que al desmoldar el pastel, la parte superior donde está el bizcocho se me pegó y desapareció. Si podéis hacerlos en un molde desmontable mucho mejor. Son cosas que pueden pasar cuando haces por primera vez algo y no te avisan. Por eso, me gusta daros consejillos de vez en cuando.
Además lo tuve que cubrir con un poco de azúcar glas para que quedara mejor.
A pesar de todo, estaba buena, o por lo menos eso dijeron mis amigos invitados de Finlandia que pasaron la tarde con nosotros. El año que viene cuando nos encontremos de nuevo, les haré otra cosita más de nuestra tierra. Besitos desde aquí para ellos. Y vosotros, a haced esta tarta que espero vuestros comentarios.
TARTA MÁGICA, TARTA INTELIGENTE, ¡QUÉ MÁS DA! Hoy inauguramos el mes de abril en el blog y dejamos atrás la Semana Santa, un poco...