TARTA DE CUMPLEAÑOS DE RATONES 3.0
Bueno, pues esta vez aquí estoy con mi tercera versión de la tarta de ratones, con ese queso y ese gran banquete que se dan esos pequeños roedores. La verdad es que me encanta esta tarta porque siempre queda bien y cada vez se me da mejor hacer ratones. Para los de esta vez, he estado mirando los de Carlos Lischetti. ¡Vamos! ¡No tienen nada que ver los míos con los suyos! Este hombre tiene unas manos de oro y yo sólo soy una aprendiz, además autoaprendiz porque las cosas no están como para ir a muchos cursos, ¡ya me gustaría...! Se hace lo que se puede. A pesar de todo, me ha gustado mucho cómo quedaron. Aquí os dejo algunas fotos.
Son la familia Ratón.
La cabeza de la hija ratona.
La cola de la mamá ratona.
El papá ratón disfrutando de una siesta después del banquete.
Y el bebé ratón que también se echó un poquito a dormir como hacen los bebés (¡menos los míos, claro!).
La tarta quedó estupenda, por lo menos para mi gusto, aunque por falta de tiempo, no pude dedicarme a más detalles. Por ejemplo, le hubiese puesto unos cuantos más primos ratones.
Es cierto que por algunos lados el fondant se me cuarteó al hacer las dobleces y es que creo que estaba demasiado fino. A ver si la próxima vez me enmiendo.
Ésta es la imagen al completo. La ondulación del mantel a cuadros rojos es a propósito no es un fallo. En un principio, el bebé iba a ir allí como arrullado por el mantel pero al colocar el bizcocho se movió y tuve que ponerlo en otro sitio.
Os dejo los enlaces con las recetas del bizcocho y la buttercream que son antiguas amigas mías y ya nos conocemos: Bizcocho de yoghurt de vainilla y buttercream de chocolate de Alma Obregón. Esta vez, sin embargo, el almíbar lo hice con media cucharadita de extracto de vainilla, 200 ml. de agua y 175 gr. de azúcar. Sé que normalmente, el almíbar lleva la misma cantidad de azúcar que de agua pero es que lo quería clarito y por eso le eché más agua.
El corte de la tarta quedó muy bonito pero ya os digo que casi no me dio tiempo a terminar y las fotos que hice tampoco han sido las mejores.
Aquí os dejó otros detalles de cada uno en su puesto dentro de el escenario de la tarta:
Todo el queso va pintado con una patina en color marrón. La pintura también costó lo suyo pero al final pude hacerme con ello y quedó bastante bien. Los ratones pintados tampoco quedaron mal. Vamos, lleva bastante trabajo pero, cuando la miro y veo el resultado, aunque sé que se puede mejorar, digo: ¡No está tan mal! Lo que de verdad espero y deseo es que a las personas para las que se la hice les gustara tanto por fuera como por dentro, y sobretodo a la homenajeada porque se lo merece.
Por supuesto, siempre espero que a vosotros también os guste y si queréis me digáis lo que pensáis. No seáis muy duros. Hasta la próxima entrada.
Bueno, pues esta vez aquí estoy con mi tercera versión de la tarta de ratones, con ese queso y ese gran banquete que se dan esos pequeños roedores. La verdad es que me encanta esta tarta porque siempre queda bien y cada vez se me da mejor hacer ratones. Para los de esta vez, he estado mirando los de Carlos Lischetti. ¡Vamos! ¡No tienen nada que ver los míos con los suyos! Este hombre tiene unas manos de oro y yo sólo soy una aprendiz, además autoaprendiz porque las cosas no están como para ir a muchos cursos, ¡ya me gustaría...! Se hace lo que se puede. A pesar de todo, me ha gustado mucho cómo quedaron. Aquí os dejo algunas fotos.
Son la familia Ratón.
La cabeza de la hija ratona.
La cola de la mamá ratona.
El papá ratón disfrutando de una siesta después del banquete.
Y el bebé ratón que también se echó un poquito a dormir como hacen los bebés (¡menos los míos, claro!).
La tarta quedó estupenda, por lo menos para mi gusto, aunque por falta de tiempo, no pude dedicarme a más detalles. Por ejemplo, le hubiese puesto unos cuantos más primos ratones.
Es cierto que por algunos lados el fondant se me cuarteó al hacer las dobleces y es que creo que estaba demasiado fino. A ver si la próxima vez me enmiendo.
Ésta es la imagen al completo. La ondulación del mantel a cuadros rojos es a propósito no es un fallo. En un principio, el bebé iba a ir allí como arrullado por el mantel pero al colocar el bizcocho se movió y tuve que ponerlo en otro sitio.
Os dejo los enlaces con las recetas del bizcocho y la buttercream que son antiguas amigas mías y ya nos conocemos: Bizcocho de yoghurt de vainilla y buttercream de chocolate de Alma Obregón. Esta vez, sin embargo, el almíbar lo hice con media cucharadita de extracto de vainilla, 200 ml. de agua y 175 gr. de azúcar. Sé que normalmente, el almíbar lleva la misma cantidad de azúcar que de agua pero es que lo quería clarito y por eso le eché más agua.
El corte de la tarta quedó muy bonito pero ya os digo que casi no me dio tiempo a terminar y las fotos que hice tampoco han sido las mejores.
Aquí os dejó otros detalles de cada uno en su puesto dentro de el escenario de la tarta:
Todo el queso va pintado con una patina en color marrón. La pintura también costó lo suyo pero al final pude hacerme con ello y quedó bastante bien. Los ratones pintados tampoco quedaron mal. Vamos, lleva bastante trabajo pero, cuando la miro y veo el resultado, aunque sé que se puede mejorar, digo: ¡No está tan mal! Lo que de verdad espero y deseo es que a las personas para las que se la hice les gustara tanto por fuera como por dentro, y sobretodo a la homenajeada porque se lo merece.
TARTA DE CUMPLEAÑOS DE RATONES 3.0 Bueno, pues esta vez aquí estoy con mi tercera versión de la tarta de ratones, con ese queso ...