¡Hola, hola! Seguro que ya pensabas que este verano no me iba a pasar por aquí. Pues, no ibas muy desencaminada pero... no he podido decir que no a una buena tarta helada de cava como la que te he preparado. Y es que, ¿qué es de un verano, sin un postre helado? Eso, ni es verano ni es nada. Por eso, aquí te traigo un recetón de los buenos. Una receta muy sencilla, que vas a hacer con los ojos cerrados, y tan, tan buena, que no vas a poder decir que no. ¿Quieres saber todo sobre esta maravilla de receta? Pues, venga que empiezo a contarte todo, todo.

Nuestros amig@s de Cava Marevia | Cavas Ecológicos de Requena (Valencia) nos invitaron a realizar una receta con su cava Marevia Chardonnay & Pinot Noir 2019 Reserva Brut de agricultura ecológica. Como estamos en esta época del año en la que derretirse es lo suyo (estoy escribiendo este post a las 12 de la noche y hace 33ºC), pensé que nada sería mejor que hacer una tarta helada. En verano, son mis preferidas. ¿Has visto ya mi tarta helada al whisky? ¡¡Una pasada!!

Seguro que muchos preferís tomaros el cava por un lado y la tarta por otro, pero te aseguro que la combinación del cava en la tarta queda espectacular. Las recetas dulces con cava quedan de maravilla y, para muestra, un botón. Mira qué Bundt cake de mimosa de cava con chocolate blanco hice para La Chocolaterapia. 

Esta receta lleva cava en la preparación del bizcocho y en el almíbar que lo emborracha un poco. Para la crema helada he usado queso crema, nata (crema de leche) y leche condensada. Queda muy suave y dan ganas de comértela a cucharadas mientras la preparas, ¡jeje! Para la decoración exterior he usado la archiconocida crema chantilly que, por si no la conoces, es nata montada con azúcar glas y un toque de vainilla. Quería que fuera una decoración simple y elegante y con unos cuantos frutos rojos creo que lo he conseguido.

Para hacerla he utilizado 3 moldes redondos de 15 cm de diámetro, tanto para los bizcochos como para la crema. Queda una tarta muy alta que te puede venir perfecta para cualquier celebración, bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños, etc. A mí me gusta mucho este tamaño. Sin embargo, si prefieres hacerla más de andar por casa, te recomiendo que la hagas en un molde de 20-22 cm de diámetro. Puedes hacer el bizcocho en un molde y luego la divides en dos capas, o la haces en dos moldes. Como prefieras. La crema, la echas todo en un molde nada más. 

Siempre me gusta hacer las tartas así en varios días para no darme la paliza. Además, como la crema tiene que congelarse, mejor dejarla de un día para otro. En las instrucciones de la preparación te pondré cómo la hice yo. Tú puedes hacerla de otra manera si te va mejor.

¿Qué te parece si vamos a verla ya? ¡¡Allá vamos!!

Estoy segura de que no puedes resistirte a este corte. Esas capas de bizcocho, con esa crema helada,... Todo llamándote y diciéndote: ¡¡Cómeme, cómeme!!

La verdad es que las tartas heladas son una pasada. Para el cumple de mi padre hice una con el bizcocho de zanahoria, con dos capas de bizcocho y una de crema como te he comentado antes que puedes hacer esta también, y fue espectacular. Ya te la pondré cuando la repita porque de aquella ni me dejaron hacer foto, ¡jeje! La que sí te puedo enseñar es la que hice un año para Navidad. En Navidad también se llevan mucho las tartas heladas. Es un semifrío de turrón. Te lo recomiendo 100%.

Bueno, espero que te haya gustado la tarta y que la hagas. Te va a sorprender el saborcito del cava en el bizcocho con el almíbar. ¡Increíble!

¡Hasta pronto!