La verdad es que ni me sonaba la serie True Blood. No tengo ni idea de si es buena o mala, sólo sé que es de vampiros y por las fotos que he visto hay mucha sangre de por medio.

     Cuando me dijeron que querían unos cupcakes de esta serie, tuve que irme corriendo a Internet para ver de qué iba y es que, yo, aparte de los dibujitos de mis niños, no veo apenas la tele. Puedes preguntarme por Doraemon, Mickey, Matt Hatter, Los Gormiti, de esos sé un montón, pero de series de televisión para adultos estoy fatal. De todas formas, menos mal que existe Internet, si no, no sé qué habría hecho. Tendría que haberme visto algún capítulo. ¿Qué se hacía antes sin Internet? La verdad es que ya ni me acuerdo.

     Bueno, para estos cupcakes, usé la receta de Alma con chocolate crocan de Valor que están buenísimos y me habían pedido especialmente. Lo importante aquí son los cupcakes toppers que me realicé para esta serie vampiresca. Ahora que está cerca Halloween y que ya hay un montón de anuncios y publicidad para ese día, podemos organizar alguna fiesta en la que nos vengan bien este tipo de toppers.

     Os iré explicando uno a uno como los hice aunque no tienen nada del otro mundo. Ahora, os dejo el enlace de la receta y el cambio que hice y que me gustó mucho.

CUPCAKES TRUE BLOOD

Cupcakes de chocolate con crujiente de dulce de leche

     En las fotos no es que se vea muy bien, pero al dulce de leche le añadí media cucharadita de colorante rojo en gel para que tuviese ese tono rojizo y diera más apariencia de sangre. 

     

    Estos son los toppers que preparé. Como os he dicho son sencillos pero muy aparentes. Os lo explico en un periquete.

     Con un grososr de unos 2mm, aplastamos un trozo de fondant blanco y con un cortador hacemos un círculo. Dejamos unas horas para que se seque bien el fondant y podamos pintar sin problemas. Hayamos el centro del círculo donde queremos poner las letras. Con un poco de colorante en gel rojo disuelto en una pequeñísima gota de alcohol (tipo Vodka), mojamos nuestro pincel fino y hacemos las letras y luego, hacemos como gotittas de sangre debajo de éstas. Para las negras, utilicé un rotulador con tinta comestible, por supuesto.

     Para este segundo, hice un círculo como el anterior pero le hice en el centro un agujerito donde iría clavada la estaca. No hacedlo muy grande para que cuando pongáis la estaca no se vea el agujero. La estaca está hecha con dos placas rectangulares de fondant con texturizado de madera. El fondant es de color marroncito claro y luego lo envejecí con pintura marrón oscuro disuelta en un poco de alcohol.. Puse un toque de pintura roja en la base y alrededor de la estaca.

     Los labios fueron los más complicados pero no tanto. Con fondant rojo, haces unos cilindros del tamaño que quieras que sea la boca. Aplastas con los dedos los bordes para que sean las comisuras y con una esteca das forma al centro hasta que queden redondeados. Con otra esteca o una cuchilla, hacemos rajitas para que parezcan las grietas. Con fondant blanco hacemos los dientes, modelando dos rectangulitos y dos triangulitos. Con fondant negro cortamos una especie de hoja con la forma del interior de la boca donde irán los dientes. Probamos primero antes de pegar donde irían los dientes. Luego los pegamos con un poco de agua. Colocamos el labio superior un poco por encima de los dientes, aplastándoles el filo un poco si hace falta y luego colocamos el labio inferior. Y ,¡listo! Los terminé con una gotita de colorante rojo para que pareciera la sangre.

     Y por último, el de los agujeritos que no lleva fondant, solo un poco de dulce de leche rojo a modo de gotas.

     Con una pajita hice los agujeritos y tuve que soplar hacia adentro porque el frosting estaba muy tierno y no se marcaban. Luego con un poco de dulce de leche y un palillo, fui colocando las gotas.

     La verdad es que no quedaron muy mal ninguno y me divertí mucho haciéndolos porque era algo totalmente nuevo. Me gusta que cada día me encarguen un nuevo reto. Mañana os cuento más.