Y es que ya llega el verano, las vacaciones, y a mis peques lo único que se le antojan comer son "HELADOS". ¡Qué maravilla sería si cada uno comiera lo que quisiera y su cuerpo se lo permitiera! Ese problema no lo tienen los animales. En su estado natural, ni nada les sienta mal, ni engordan, bueno, algunas veces pasan hambre e incluso mueren, pero es ley de vida. Mientras les llega la hora y no, ellos viven como quieren. ¡Qué envidia! Yo creo que me llevaría todo el día haciendo cositas ricas en mi cocina, intentando hacerles fotos estupendas y publicándolas para que todos vosotros pudieseis verlas y hacerlas también.

     La receta de hoy la vi hace tiempo en un blog que se llama Chocolate, chocolate and more! ¡Menudo nombre y menudo blog! Dan ganas de quedarse allí para siempre viendo esas recetas tan estupendas. Bueno, como iba diciendo, la vi hace tiempo y me quedé con ella porque me atraen mucho las recetas de "rocky road". Os cuento un poco su historia.



     El helado de sabor "rocky road" es una variante del helado de sabor chocolate que se creó en 1929 y que es muy popular en Estados Unidos. Tradicionalmente se realiza con helado de chocolate, nueces y malvaviscos (marshmallows, nubes, esponjitas o como queráis llamarlos).
     El creador fue William Dreyer, en Oakland, California, en marzo de 1929. Dreyer cortó unas nueces y malvaviscos con las tijeras de costura de su esposa y se las añadió a su helado de chocolate, de forma que copiaba la creación de un caramelo de chocolate de su compañero Joseph Edy, que incorporaba pedazos de malvavisco y nuez. Más tarde, las nueces serían sustituidas por pedazos de almendra tostada. Después del crack de Wall Street de 1929, la empresa le dio su nombre actual al sabor, "para dar a la gente algo por que reír en medio de la Gran Depresión".
     Por otro lado, la Fenton's Creamery de Oakland alegó que William Dreyer había basado su receta en un sabor de helado inventado por su amigo George Farren de la Fenton´s, que mezcló su propia barra de caramelo estilo "rocky road" en el helado. Sin embargo, Dreyer sustituyó las nueces por almendras.
     En su origen, el helado rocky road no utilizaba pedazos de chocolate o chips. Pero ahora, son miles las variedades de este helado que pueden encontrarse. Incluso, desde 2010, puede encontrarse este helado con una base de helado de vainilla, con pedazos de chocolate, malvaviscos y almendras.
Fuente: Wikipedia


     Después de toda esta historia llena de copias e inventos, os enseñaré la receta que he hecho, basándome, la verdad es que poco, en la recetqa de Chocolate, chocolate and more! y con la base del helado de chocolate de La Cuinera una maravilla de blog donde encontraréis lo mejor de lo mejor.



ROCKY ROAD CHOCOLATE POPSICLES

Ingredientes: (para 8 polos pequeños)
100 gr. chocolate Nestlé Negro Intenso
200 ml. nata para montar 35.1%
50 ml. leche entera
1 cda. miel
1/2 taza de M&M's (Lacasitos o cualquier otro que os guste)
1/2 taza de Snickers (o cualquier otra chocolatina con algún fruto seco que os guste) partidos en trocitos
1/4 taza marshmallows (esponjitas, nubes o como quiera que los llaméis) pequeños
1/2 taza pepitas de chocolate

Preparación:

• Calentamos la nata en un cazo y cuando empiece a hervir, echamos el chocolate que habremos partido a trocitos previamente.
• Removemos bien con unas varillas hasta que tengamos una crema lisa.
• Añadimos la miel y seguimos removiendo hasta que se disuelva con el fuego bajo.
• Echamos la leche y removemos para que quede todo homogéneo. Retiramos del fuego, dejamos enfriar unos 5 minutos y lo ponemos en un jarro/a.
• Cogemos los moldes de los polos y ponemos una base de algunas de nuestras chuches. Echamos un poco del chocolate. Y así vamos echando capas de chuches y capas de chocolate.

• Los marshmallows suelen tender a subirse así que si los echáis al principio, echadle también algunas de las otras chuches para que se mantengan en su sitio.
• Los M&M's (Lacasitos o cualquier otro) despintan así que si queréis que queden bonitos no echarlos. Yo como a mis peques les pirran, no tuve más remedio que echarlos. ¡Es que están tan... buenos!