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Uno de mis grandes retos es hacer unas magdalenas con un gran copete. He hecho varias pero no hay manera. Salen altitas pero nada comparadas con algunas que veo que son inmensas. Las últimas que hice fueron estas magdalenas de pueblo caseras y aunque las tuve mucho tiempo en el frigorífico, no crecieron en demasía. Tengo varias teorías que te voy a contar a ver tú qué opinas sobre cómo hacer que las magdalenas salgan con un gran copete pero mientras tanto, te dejo que te regodees con estas magdalenas caseras de nata y chocolate que están de rechupete. ¿Me acompañas?

Este final de mes toca reto #Asaltablogs que hace nuestra querida Marga de Azafranes y Canelas. Ha dado la casualidad que nos ha tocado asaltar a Montse de Trasteamos en mi cocina? a quien yo ya había asaltado anteriormente en el asaltablogs invisible y que me dejó que probara unos muffins de chocolate,  plátano y yogur que estaban de miedo y que salieron bien hermosos. La verdad es que no tenía claro qué receta iba a escoger ahora para este segundo asalto pero, cuando vi las magdalenas con nata y chocolate  me las apunté rápidamente, y han sido todo un acierto. Montse tiene maravillosas recetas en su blog y todas quedan deliciosas. 

Cada vez que hago magdalenas me acuerdo de mi abuela. Se llamaba Magdalena, Magdalena Blanco León, nació el 25 de mayo de 1914, era cordobesa y le encantaban los dulces aunque nunca la vi hacer uno. Cocinar sí, y mucho. Cocina de andar por casa, sacándole punta a todo lo que había. Recuerdo sus patatas con carne, ¡ummm! Nos mojaba un trozo de pan en el caldo mientras se hacían. No he vuelto a comerlas así. Las que yo hago no son de la misma manera. Tendré que investigar. Qué recuerdos más entrañables trae la comida, ¿verdad?

La verdad es que muchos de los momentos que más recuerdo de mi infancia giran en torno a una mesa con comida. De mi abuelo recuerdo las migas, que hacía en un perol gigante para ocasiones especiales, o los arroces que comíamos en el campo cuando íbamos a Écija. De él y de mi madre, claro, he heredado la porra antequerana. Una delicia de crema contundente con ingredientes básicos y que seguro que conoces. De mi abuela materna, los pestiños son su herencia. Tienen una forma especial, la que se hace en Écija, y son la excusa perfecta para reunir a toda la familia en las Navidades. Y de mi abuela paterna, este bacalao con tomate que, aunque de pequeña no me gustaba demasiado, creo que es una gran receta.

Bueno, creo que con tantos recuerdos de comida y tantas recetas ricas, va siendo hora de descubriros cómo se hace nuestra receta de hoy. Estas magdalenas caseras de nata y chocolate marcarán un antes y un después en tu casa. En la mía, volaron. Me río yo de La Bella Easo, ¡jeje! De verdad que hice unas 16 magdalenas y no quedaron ninguna. Sé de uno que se comió más de seis.  ¿Te vienes a verla?

Bueno, ahora te voy a contar unos cuantos trucos que creo van muy bien para que las magdalenas salgan con un buen copete. Estos son los que me han funcionado hasta ahora pero, claro, seguiré investigando hasta que me salga la magdalena perfecta. ¿Tú ya lo has conseguido? Cuéntame en los comentarios tus secretos para que me salgan también, ¿sí? Los espero. Gracias.

¿Qué te han parecido mis trucos? ¿Los conocías? Pues espero que te sirvan y que me cuentes cómo te han ido. Ya sabes que puedes mandarme las fotos que haces de mis recetas y etiquetarme en las redes tanto en Facebook como en Instagram.

¡Hasta pronto!