PETITES MADELEINES DE FRAMBUESAS

     Empezamos un nuevo año con nuestro blog y como siempre, comenzamos el mes con el reto de Qué rico mami! Esta vez es muy especial porque para empezar el año me ha tocado ser a mí la anfitriona. Así comenzaba mi post en enero cuando se suponía que iba a salir la receta pero, por diferentes motivos, el reto se trasladó a febrero y aquí lo tenéis, el siete de febrero, cerca de San Valentín, pero sigue siendo: Vaya reto! Eso de ser anfitriona me causa estrés... No me lo esperaba y, aunque algunas veces había pensado en qué propondría sí me tocaba, no creí que me fuera a tocar. Y cuando menos te lo esperas, ¡zas! Te tocó. Y eso de pensar en algo, que me guste, y que pueda interesar a los demás, ¡jolín! Como que no es nada fácil.

     Había una idea que me gustaba y he tenido que darle un poco la vuelta por cuestiones legales, algunas de las cuales escapan a mi entender, pero como aquí en el grupo saben, pues el reto resultante ha sido: hacer una receta de un libro, citándolo y cambiando un ingrediente. Ya sé que no es nada del otro mundo, pero tenía ganas de coger alguna receta de alguno de los muchos libros que tengo y hacerla, en principio fielmente porque siempre ando cambiando los ingredientes y tenía ganas de ser fiel a alguna, pero como no pudo ser pues cambiando un ingrediente que tampoco está mal.

     La receta que he elegido es bastante sencillita. Son unas madeleines del libro Pasteles de Alta Costura de Patricia Arribálzaga. Ella da la receta de unas de albaricoque y luego propone cambiar la fruta por frambuesas. Pues eso he hecho yo, cambiar la fruta por frambuesas, que me encantan. Espero que a vosotros también os gusten.

     Las madeleines o petit madeleines son unos pequeños pastelillos típicos de Commercy y Liverdun, en la región francesa de Lorena. Las madeleines tienen forma de concha, debido al molde especial donde se hornean y como suele suceder, su origen es discutido. Una de las versiones que da el Larousse Gastronomique es que las madeleines se inventaron el el siglo XVIII en Commercy, luego se hicieron populares en Versalles y más tarde en Paris gracias al rey de Polonia y suegro de Luis XV,  Stanislas Leczinski. El caso es que estos pastelillos fueron referencia literaria para Marcel Proust en su obra En busca del tiempo perdido entre otros.

• Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y estén esponjosos, unos 5 minutos.
• Incorporamos la mantequilla derretida poco a poco y batimos.
• Agregamos la pasta y el colorante y batimos hasta que el color sea homogéneo.
• Mezclamos la harina con la levadura, la tamizamos y la incorporamos a la mezcla con una espátula.
• Agregamos las frambuesas, cortadas en trocitos y bien secas.
• Dejamos reposar la masa 1 hora en el frigorífico.
• Engrasamos el molde con mantequilla y harina. (También podemos usar spray antiadherente).
• No hay que llenar mucho las cavidades del molde con la masa para que no se salgan.
• Horneamos unos 15-20 minutos en el horno precalentado a 180ºC.
• Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

• Whisk the eggs and the sugar for 5 minutes until whitened.
• Add melted butter slowly and whisk.
• Add raspberry pâte and colouring and whisk until the colour is homogeneus.
• Mix flour and baking powder, sift and add to the egg mixture, stirring with a spatula.
• Add raspberries, chopped and dried.
• Put the mixture into the fridge for one hour.
• Grease and floured the madeleine mold. (You can also use non-stick cooking spray).
• Fill in the holes but not totally.
• Bake for 15-20 minutes in the oven, preheated to 180ºC.
• Cool in a wire rack.
• Enjoy!!