No sé si también te pasa a ti pero creo que las cenas son las comidas que más me cuesta organizar. Siempre pienso: ¿Será demasiado pesado para la cena?; esto (carne o pescado) ya lo han comido al mediodía, no lo voy a poner otra vez, ¿no?; en esto otro voy a tardar demasiado tiempo y se me va a hacer tarde... Mis dudas y tribulaciones antes de comenzar a diseñar nuestros menús con antelación. La verdad es que me han servido un montón porque, además de solucionar el tema qué pongo, soluciono el problema de qué compro. Mato dos pájaros de un tiro. Y, además, me permite hacer cambios, por si surge algún imprevisto, sin dramas. Esos solo admito coreanos, chinos, japoneses y tailandeses, ¡jeje! Si estás en la misma situación que yo, esta receta de pastel gratinado de patata y lacón de pavo te va a encantar. ¿Quieres verla? ¡Venga!

Hace unos días, nuestros amigos del grupo MRM - Manuel Rodríguez Manzano nos invitaron a probar sus productos y a hacer una receta con ellos. Era difícil elegir porque todo tenía una pinta espectacular y había tanta variedad que cuando te decantabas por algo, enseguida mirabas a otro y ya se te antojaba ese. Entre tantos productos gourmet como el jamón cocido ibérico, las tapas de lacón cortado a mano, la pechuga de pavo de una pieza entera cocida y loncheada, la mortadela ahumada con madera de haya y el lacón de pavo cortado a mano, no sabía con cuál hacer la receta. Todos son una delicatessen. Sin embargo, me llamó muchísimo la atención el lacón de pavo. 

MRM-Manuel Rodríguez Manzano es una empresa que nació en Móstoles allá por el año 1959 y que ha sabido adaptarse a las necesidades de consumo de cada generación hasta nuestros días. Si bien en los años 60 su producción se centraba en los productos curados, sobre todo en el chorizo, a principios de los 70 se convirtieron en el primer fabricante en España de jamón de Westfalia, conocido como lacón, del que son referencia y del que además, fueron la primera empresa en 2003 en cortarlo a cuchillo y ponerlo en bandeja para que llegase a todos los hogares. En la década de los 80, con la internacionalización de España, se apuesta por nuevos productos como el bacon, la chuleta de Sajonia o el jamón de York. En los 90, aparecen nuevos productos con nuevas materias primas como son el pavo y el pollo. Así, poco a poco MRM fue creciendo, extendiéndose internacionalmente pero siempre cuidando de la calidad porque, como ellos bien dicen: "...no basta con crecer. Hay que hacerlo de forma sostenible y, sobre todo, sin renunciar jamás a la calidad."

En la actualidad, y debido a los grandes cambios que se han producido en la sociedad (familias pequeñas, monoparentales, "singles"; menos tiendas de barrio; más tiendas de delicatessen; más comidas preparadas...) aparte de ofrecer sus productos loncheados en formato pequeño, también tiene una división de platos preparados (arroz meloso, potaje de garbanzos, fabada, chop suey de verduras,...) perfectos para cuando llegas a casa y no tienes ganas de preparar nada.

Con el mismo cariño que le ponen en MRM a sus productos, así he querido hacer esta receta de pastel gratinado de patata y lacón. Un plato reconfortante, perfecto para una cena o un almuerzo y con el que seguro vas a disfrutar muchísimo. Un plato simple, sencillo, con ingredientes de andar por casa y perfecto tanto para los más peques de la casa como los que ya no lo son tanto.

Es hora de ver la receta. ¡Toma nota!

¿Qué te ha parecido? Sencilla, ¿verdad? Pues, podemos hacerlo mejor si queremos ahorrar tiempo. Si pochamos las patatas un poco por la sartén, con un poco de aceite, hasta que estén un poco blandas, no demasiado, ahorramos 20 minutos de horno.

Este plato puedes acompañarlo con algunas verduras como habichuelas verdes, brócoli, o una ensalada si te gusta más. 

Si eres de las que te gusta hacerlo todo, prueba a hacer estas patatas fritas al horno con pimienta y tomillo, verás qué cosa más rica. Y como sé que ya van apeteciendo platos calentitos, te dejo por aquí un guiso colombiano que viene de perla para la cena: Ajiaco colombiano, una sopa que reconforta el cuerpo y el alma.