OCTUBRE: YA VIENE EL FRÍO
Eso es lo que quisiera mucha gente por aquí por el sur de España pero, lo cierto y verdad es que todavía hace un montón de calor. Como se dice por aquí, es el veranillo del membrillo. Este tiempo es un poco inestable y siempre me hace dudar sobre qué ropa ponerme o ponerle a los niños; sobre todo a los más pequeños que no dicen todavía nada. Después de escarmentar con el mayor, al segundo ya no lo abrigo tanto. Pobrecillo, era como una cebolla, que si el body, que si el chaleco, que si el abrigo..., menos ropa, por favor....
Ahora, en cuanto a la cocina, ya se me hace la boca agua. Empieza a ser el tiempo de hacer los pasteles, para mi gusto, más ricos de todo el año porque, claro, con el calor, no te apetece tomar cosas muy pesadas sino algo fresquito y ligero. Sin embargo, en este tiempo es cuando más agradable es cocinar. Por eso, para la receta de hoy quiero poneros un pastel muy típico en todo el mundo anglosajón: CARROT CAKE (El pastel de zanahorias). Como las zanahorias están todo el año, no es un problema encontrarlas. Además, su precio es asequible. En tiempos de crisis, esto es importante.
Si hay algo que no me gusta de algunas páginas es que pongan recetas con ingredientes que no están en el mercado en el momento o son difíciles de encontrar. Por ejemplo, si yo pusiera ahora una charlotte de fresas, pues me volvería loca buscando fresas y las que encontrara sería a precio de oro. Por eso quiero que este blog sea sencillo y cómodo. Bueno, ahora os dejo la receta de mi Carrot Cake. La saqué del blog de Food and Cook pero le he hecho algunos cambios porque me encantan las especias y creo que le van muy bien. Ya lo veréis.
CARROT CAKE
Ingredientes:
Para el bizcocho:
Para el bizcocho:
100gr. nueces pecanas (yo utilicé nueces normales porque me resulta difícil encontrar las pecanas)
340gr. zanahorias
200gr. harina de repostería
80gr. harina integral
4 huevos
200gr. azúcar
100gr. azúcar moreno
240ml. aceite de girasol (yo utilicé aceite de oliva de baja graduación)
4 rodajas de piña grandes
2 cdtas. extracto de vainilla
1 cdta. bicarbonato
2 cdtas. levadura
1/2 cdta. sal
2 cdtas. canela molida
1/2 cdta. clavo molido
1 cdta. jengibre molido
Para el frosting:
225gr. queso untar tipo Philadelphia
400gr. azúcar glas
60gr. mantequilla sin sal a temperatura ambiente
1 cda. nata para montar
1 cdta. esencia de vainilla
Preparación:
- Ponemos las nueces en una placa de horno y las tostamos durante 8 minutos a 180º. Las sacamos y dejamos enfriar. (Se pueden dejar también en crudo y están buenísimas).
- Trituramos la zanahoria en la Thmx hasta dejarla muy picadita. Trituramos también la piña en trocitos pequeños y reservamos.
- Trituramos también las nueces en trozos muy pequeños.
- En un bol, ponemos las harinas, el bicarbonato, la levadura, la sal, la canela, el clavo y el jengibre para integrar todos los ingredientes y que nos quede una masa homogénea.
- En otro bol, mezclaremos los huevos junto con los azúcares hasta que quede una masa espumosa. Luego, añadiremos el aceite y la vainilla y seguiremos batiendo hasta obtener una mezcla homogénea y ligera.
- Ahora, mezclaremos los ingredientes líquidos con los secos hasta obtener una masa ligera. Seguidamente, añadiremos la zanahoria, las nueces y la piña y mezclamos hasta integrarlos en la masa.
- Ahora esparcimos la masa en 2 moldes de 23cm cada uno. Esto es opcional. Se puede hacer en un solo molde y luego cortar el bizcocho por la mitad o como hice yo, ponerlo en tres moldes (de 13-15-18cm) para hacer el pastel de tres pisos. Lo introducimos en el horno, ya precalentado a 180º, y lo dejamos hacer unos 30 minutos. (Ya sabéis que el tiempo de los hornos es muy subjetivo. Yo tuve que tenerlo unos 50 minutos para que saliera bien. Lo mejor es pinchar con una puntilla y si sale limpio ya está).
- Mientras tenemos el bizcocho en el horno, prepararemos nuestro frosting. Ponemos en un bol la mantequilla y el queso a temperatura ambiente y lo batimos con unas varillas hasta conseguir que nos quede casi montado. Continuamos añadiéndole el azúcar, la nata y la esencia de vainilla hasta que nos quede una mezcla uniforme y sin grumos. Como sabéis, la esencia de vainilla no tiene color y el frosting mantiene su color casi blanquecino mientras que el extracto de vainilla si lo echamos aquí nos quedaría un color como blanco sucio. Metemos en el frigorífico unas dos horas. También lo podemos preparar antes que el bizcocho.
- Sacamos del horno el bizcocho y lo dejamos enfriar. Una vez frío, cortamos cada bizcocho en dos partes y rellenamos con una capa fina de frosting. Vamos montando un bizcocho sobre el otro y cubrimos todo con el frosting. Metemos en la nevera como mínimo una hora, así el frosting habrá cogido consistencia y frescura. De todos modos, la experiencia me dice que este pastel está mucho mejor al día siguiente cuando todos los ingredientes han reposado y el frosting se ha impregnado de todos ellos.
Este pastel lo hice el otro día para el santo de mi madre. Todos se chuparon los dedos.
El consejo de hoy es: "No tengáis miedo de probar a hacerlo todo. La primera vez puede que no salga bien, pero la segunda irá mejor seguro."
OCTUBRE: YA VIENE EL FRÍO Eso es lo que quisiera mucha gente por aquí por el sur de España pero, lo cierto y verdad es que todaví...