O DE CÓMO MI MARIDO ME PONE RETOS CON SUS VIAJES
Antes de que se vaya el frío, tenía que enseñaros esta receta que tanto me impresionó cuando la probé. Y es que, ahora con la "vejez" me van las sopas, ¡jaja! De verdad que nunca antes hubiera apostado por mí misma tomando sopa. Algo impensable, totalmente. "Las sopas son cosas de viejos", decía. ¡Jaja! Pues ya me llegó. Bueno, vamos a mirarlo desde otra perspectiva. No es la edad. Es la sabiduría. Ahora sé mejor lo que es bueno, no solo para reconfortarte el cuerpo, sino también el alma. Mis hijos no quieren sopa, la que les hago de bolitas (maravilla) la quieren seca, sin caldo pero... ya les llegará. (Acaba de salirme una sonrisita de listilla). Sin embargo, como yo sé a ti te gustan las sopas como a mí ahora, por eso te he traído este ajiaco colombiano que vas a repetir más de una vez.
Cada vez que mi marido viaja a Bogotá (Colombia) es parada ineludible ir a almorzar a una casa-comedor y tomarse un ajiaco. No sé si conoces Sudamérica pero, es normal que los "restaurantes" cerca de las zonas de polígonos sean casas o garajes transformados en comedores donde se sirve comida casera por un módico precio. Por lo menos, en Perú y en Colombia es así. Cuando regresa, siempre comentamos lo que ha comido y siempre me entran ganas de probar lo que toma.
Fue una de esas veces que había vuelto a casa de Colombia cuando me dije: "Tengo que hacer ajiaco". Estuve buscando recetas hasta que encontré una que me gustó. Por supuesto, tuve que cambiar algunas cosas porque hay ingredientes que son típicos de allí y no los encontré. Lo que sí te puedo asegurar es que salió una sopa deliciosa, de esas que a cada cucharada cierras los ojos y piensas en lo buena que está. Una sopa bien sencilla, para hacerla sin prisas, que hierva a fuego lento y que vayan mezclándose todos los sabores.
Colombiano, bogotano, santafereño,... así llaman a esta receta, típica de Colombia que, como pasa con las recetas de toda la vida, en cada casa se hace de una manera.
Aunque su origen no se sabe con seguridad, lo que sí es cierto es que el nombre "ajiaco" aparece por primera vez en el Vocabulario de Americanismos de Fray Pedro Simon en 1610. Se definía como un guiso de hierbas y raíces con algo de carne. Podemos encontrar varios tipos de ajiaco en otros países como Cuba, Perú o Chile.
Se dice que fueron los muiscas, pueblo indígena colombiano, los precursores de este plato y que durante la época colonial, tuvo su auge. Ellos lo hacían con papa, cebolla y maíz y, más tarde, con la llegada del pollo, la crema de leche y las alcaparras, tomaría un cariz más parecido al que se sirve hoy en día.
Para hacer un plato tan típico tuve 2 problemas principales con sus ingredientes:
Primero, no conseguí la guasca, la hierba principal que lleva esta sopa y que le da su sabor. Así que, leyendo y releyendo me encontré con que su sabor es parecido a la mezcla de perejil y estragón. Con estas dos hierbas y un sobrecito de preparado para ajiaco que encontré en Carrefour en la parte de comida internacional, sabor más o menos solucionado.
Segundo, aquí no hay tantos tipos de patatas como allí. Es una pena. (Recuerdo que en Perú ir a comprar patatas al super era una odisea porque había muchas clases y no tenía ni idea para qué servían cada una. Al final, acabas aprendiendo).
Entonces, el ajiaco lleva tres tipos de patatas: sabanera, pastosa y criolla. Yo tuve que reducirlo a dos: patata para guisar, de las nuevas, y patata roja. Si tú tienes acceso a más tipos de patata, intenta elegir una patata que haga el caldo un poco cremoso. De todas formas, con las que yo elegí, la sopa quedó estupenda.
Bueno, creo que va siendo hora de enseñarte la receta, ¿no crees? Pues, ¡vamos a ello!
AJIACO COLOMBIANO
Ingredientes
1 pechuga de pollo
1 litro de agua
1 mazorca de maíz natural*
Pimienta
Sal
1/2 sobrecito de condimento para ajiaco El Rey**
1 puerro, cortado en rodajas no muy finas
1/2 apio***(opcional)
1/2 nabo (opcional), cortado en cubitos
1 cucharada de cilantro picado (opcional)****
1 patata grande roja
2 patatas medianas de las nuevas
1 1/2 cucharaditas de guascas*****
1 cucharada de alcaparras pequeñas
1 cucharada de nata (crema de leche)(opcional)******
Para acompañamiento:
Aguacate
Ají o chili, unas rodajitas
*No compres el que ya está cocido que su sabor no tiene nada que ver.
**Lo venden en Carrefour en la sección de productos internacionales.
***El apio no venía en la receta pero mi marido me dijo que en el que él comía allí se lo echaban así que, ¡pa' dentro! El nabo es cosa mía. Hice uno con y otro sin y prefiero el con.
****En casa no gusta mucho el cilantro así que ¡pa' fuera! Le hechas un poco de perejil fresco.
*****Lo sustituí por una mezcla a partes iguales de perejil y estragón seco.
******Preferí no usarla porque no me apeteció.
Preparación
- Salpimentamos el pollo.
- En una olla ponemos el agua, el pollo, el puerro, el nabo, el apio y el maíz. Cuando comience a hervir, bajamos el fuego y cocemos durante unos 30-35 minutos. Sacamos el pollo.
- Dejamos que el maíz y el resto se siga cociendo unos 15 minutos más. Sacamos todo y lo dejamos en un plato.
- Pelamos y chascamos las patatas.
- Añadimos las patatas al caldo que nos ha quedado y echamos también el sobrecito de condimento para ajiaco, el perejil y el estragón. Añadimos sal y cocemos a fuego medio hasta que las patatas estén tiernas. (Unos 30 minutos).
- Deshilachamos el pollo y lo añadimos a la olla con todas las verduras. Dejamos que se cueza todo durante unos 5-7 minutos más para que se mezclen bien todos los sabores. Rectificamos de sal si hace falta.
- Servimos en cuencos o platos con alcaparras y un chorrito de nata, al gusto. Yo solo le puse las alcaparras porque no me apetecía nata. Puedes acompañar esta sopa con un poco de aguacate, arroz, etc.
- ¡A disfrutar!
No veas cómo entra esta sopa calentita. ¿A quién le apetece un buen cuenco?
Es probable que el sabor de esta sopa sea totalmente nuevo para ti. Cuando yo la probé, no se parecía a nada de lo que había probado antes. ¡¡Y me encantó!!
Descubrir nuevos platos, nuevos sabores, nuevas recetas,... todo forma parte de lo que me gusta de la cocina. Investigar, crear y, por supuesto, compartirlo todo contigo. Y tú, ¿cuando haces una receta, piensas en lo mismo? ¿Qué es lo más importante para ti en la cocina?
Espero que esta sopa te guste. No dudes en mandarme fotitos si la haces. Me encantará saberlo. Además, puedes etiquetarme tanto en Facebook como en Instagram @pattyscakebakery para ver cuál de mis recetas has hecho. Será todo un placer.
Si te apetecen más sopas calentitas, te recomiendo esta Sopa Minestrone, el secreto de la longevidad sarda. Y si te encantan los sabores asiáticos, esta Sopa Thai de salmón y leche de coco es una sopa fuera de lo común.
¡Hasta pronto!
O DE CÓMO MI MARIDO ME PONE RETOS CON SUS VIAJES Antes de que se vaya el frío, tenía que enseñaros esta receta que tanto me impresionó cuan...