REFRESCANTE Y AROMÁTICO COMO
UNA NOCHE DE VERANO
Así me sabe este bizcocho. Por supuesto, una noche de verano fresquita, de esas que pasaba cuando chica en el pueblo de mi abuela, con las sillas en la puerta de la calle. Así de refrescante y así de aromático como los jazmines que cogíamos del jazmín del patio y que daba olor a toda la casa o esas damas de noche que aromatizaban toda la calle. Así de aromático. Olores y sabores que me recuerdan a mi niñez y que hacen que me dé cuenta de cómo pasa el tiempo. Ya va una para "vieja" ¡ja, ja, ja! Pues así es este bizcocho de aceite de oliva con limón y salvia, refrescante aromático y con historia.
Bien es sabido por todo el mundo que el aceite de oliva es la base de nuestra cocina, la cocina española. No solo sus guisos están hechos con él sino que también sus dulces más tradicionales como pueden ser los pestiños o las tortas de aceite. Sin embargo, para hacer otras preparaciones menos tradicionales como pueden ser bizcochos, cupcakes, magdalenas, se usan otros aceites con un sabor un poco más suave o mantequilla. Pero, como a mí me gusta romper las costumbres, esta vez te traigo una receta de bizcocho de aceite de oliva de verdad. Un aceite de oliva virgen extra de la variedad arbequina, de extracción en frío de Pago de ValdeCuevas.
Cuando nuestros amigos de Pago de ValdeCuevas nos invitaron a hacer una receta con su aceite de oliva, no pudimos negarnos. Siempre es una gozada probar productos de calidad, 100% españoles en los que se nota el cariño y el amor con el que se elaboran. Y es que esta almazara, que comenzó su andadura en 2008 en Medina de Rioseco (Valladolid) en plena comarca de Tierra de Campos, no solo se encuentra equipada con el sistema de producción más vanguardista sino que también guarda el cuidado y atesoramiento del producto bien hecho. Vanguardia y corazón unidos en un aceite galardonado con importantes premios que demuestran su valor y el mimo con el que elabora. Sin duda, bien podemos decir de este aceite que es el famoso "oro líquido" que tiene nuestra tierra.
Así, se me ocurrió hacer este bizcocho de aceite de oliva al que además le añadí limón y salvia. El propio sabor afrutado del aceite se vio realzado por el limón y la salvia. La verdad es que me ha encantado este bizcocho.
¿Sabías que el uso del aceite de oliva se remonta a la época de los fenicios, quienes introdujeron el cultivo del olivo y su producción?
Sin embargo, fueron los romanos los que explotaron al máximo este producto, convirtiendo a España en uno de los principales exportadores de aceite de oliva de la época. Este dato sigue prevaleciendo hoy en día cuando España sigue siendo el primer país exportador y productor de aceite de oliva del mundo, por encima de Italia, aunque sea este último país el que consigue los mejores precios por su aceite. Hay que darle mayor valor a los buenos productos de nuestra tierra, ¿no crees?
Bueno, ¿Qué te parece si comenzamos a hacer la receta ya? Coge el delantal y ¡vamos allá!
BIZCOCHO DE ACEITE DE OLIVA CON LIMÓN Y SALVIA
Ingredientes
Para el bizcocho:
275 gr. de harina
1 1/2 cucharaditas de levadura química (polvos de hornear)
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 cucharadita de sal
100 gr. de azúcar
2 limones, ralladura y zumo
1 cucharada de salvia fresca, muy picada
155 gr. de yogur griego
150 gr. de miel
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
3 huevos L
Para el glaseado de limón:
Para el glaseado de limón:
200 gr. de azúcar glas
1 cucharada de zumo de limón
1 1/2 cucharadas de yogur griego
Preparación
Del bizcocho:
- En un bol, mezcla la harina, la levadura, el bicarbonato y la sal y déjalo aparte.
- En otro bol pequeño, echa el azúcar con la ralladura de los dos limones y mezcla con los dedos durante 1 minuto para que el azúcar tome todo el sabor del limón. Añade la salvia y repite la operación.
- Añade al azúcar aromatizada el zumo de limón poco a poco y mezcla bien.
- Luego, ve añadiendo el aceite, el yogur, la miel y la vainilla poco a poco, un ingrediente cada vez hasta que esté todo bien mezclado.
- Añade los huevos de uno en uno, previamente batidos.
- Echa la mezcla de harina en dos veces, batiendo solo hasta incorporar.
- Calentar el horno a 175ºC, calor arriba y abajo, sin ventilador.
- Rellenar un molde de 20cm de diámetro, forrado con papel de horno, con la mezcla y hornear durante unos 55-60 minutos o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo en el centro, salga limpio.
- Sacar y dejar enfriar en una rejilla unos 10 minutos. Desmoldar y dejar en la rejilla para que se termine de enfriar. Mientras, preparamos el glaseado.
Del glaseado:
- En un bol, mezclamos todos los ingredientes. Al principio la mezcla parecerá más espesa pero poco a poco irá haciéndose más líquida. No eches nada más hasta que no haya pasado un tiempo y te asegures de que tiene la textura deseada. Si necesitas que esté más líquido, añade un poco de agua o más yogur.
- Cuando el bizcocho esté completamente frío, vierte por encima el glaseado. Asegúrate de ponerlo en un plato que pueda retener el glaseado que va a ir cayendo, por si acaso.
- ¡A disfrutar!
No me cabe duda de que este bizcocho te va a encantar. Pero, si lo tuyo es el chocolate, te recomiendo este bizcocho de chocolate y aceite de oliva que hice para La Chocolaterapia, el blog que comparto con mis amigas reposteras y en el que el chocolate está presente en todas nuestras recetas. No dejes de verlo. Te encantará.
Como puedes ver, el interior tiene un bonito color dorado que le da el aceite de oliva y que particularmente me encanto. En la superficie, es normal que el bizcocho tenga un color más oscuro porque hemos usado miel y la miel da un tono más tostado, pero como puedes ver, el bizcocho queda muy jugoso y no está quemado ni nada.
colaboraciones
- julio 14, 2025
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